Nuestro mundo está lleno de diagramas: representaciones gráficas de todo. Pero hay uno, dibujado en la década de 1480 por uno de los más grandes talentos creativos de la historia, que nos ha fascinado y cautivado durante cientos de años y ahora es parte del tejido de nuestra cultura.

Fue obra de Leonardo da Vinci, y su nombre es el “Hombre de Vitruvio”.

Con él, se propuso capturar, a través de la ciencia y el arte -que para él eran una sola cosa- la perfección del cuerpo humano.

Pero en realidad es una respuesta a un antiguo problema arquitectónico sobre las proporciones relativas de edificios y hombres.